Que no le pille desprevenido: descubra las preguntas desconcertantes y piense en la respuesta hoy mismo
Una entrevista de trabajo – ya sea para un polaco o un profesional de otro país: Moldavia, Ucrania, pero también cualquier otro país- es siempre una etapa bastante estresante. La necesidad de presentarse a uno mismo, sus habilidades y experiencia de la mejor manera posible provoca ansiedad, adrenalina extra y, para algunos, incluso una sensación de pánico. Las preguntas, a menudo capciosas, de los reclutadores no facilitan las cosas. Hoy veremos cuáles son las más habituales.
Si bien es cierto que durante una entrevista hay ciertas normas sobre las preguntas que no puede hacerte un reclutador, también hay muchas que requieren un momento de reflexión. Un posible empleador o intermediario no puede, por ejemplo, preguntarle por su estado civil, su actitud ante la idea de tener hijos o su orientación sexual. Otros temas prohibidos son las opiniones políticas y los planes para su vida personal.
Por otro lado, puede formular con éxito preguntas que pondrán a prueba su creatividad. Así que espere que le pregunten, por ejemplo, qué diría de usted su antiguo jefe o en qué puesto se ve, digamos, dentro de 5 años. Tu futuro empleador también puede preguntarte por qué debería contratarte o qué sabes de la empresa en la que quieres trabajar.
Piense en lo que responderá cuando un reclutador le pregunte…
¿Cree que está bien preparado para una entrevista de trabajo? ¿Y sabe qué es lo que más le disgustaba de su anterior trabajo o cómo se las apaña para rendir bajo presión de tiempo?
¿Puede decirnos qué le motiva y dónde busca la inspiración? ¿Y sus puntos fuertes? ¿Sabe identificarlos? En estas y otras muchas preguntas, incluso los candidatos más prometedores suelen fallar. Contrariamente a lo que podría pensarse, no son preguntas difíciles, pero exigen mirar fuera de la caja.
Y cuanto menos convencional sea, mayores serán las posibilidades de que la reunión tenga un resultado positivo.